miércoles, 1 de septiembre de 2010

INTERCAMBIO CULTURAL






Las nuevas tecnologias nos permiten tener contacto al instante con gente que este ubicada en cualquier punto del planeta. Viajamos a Arabia Saudita, y conocimos a un personaje llamado Abdul.
Gracias Skype. Sin vos, no hay ciber-radio, y Barbero seria un pichi mas.

lunes, 18 de mayo de 2009

Aprendiendo un poco de HISTORIA



LA HISTORIA, EN UNA FOTO: SUS TACTICAS GUERRILLERAS FUERON ESTUDIADAS EN EL SIGLO XIX Y EN EL XX POR MUCHOS EJERCITOS DEL MUNDO

Güemes ideó la guerra gaucha

El hombre que durante años sería la pesadilla de los ejércitos españoles con sus tácticas guerrilleras, Martín Miguel de Güemes, nació en Salta el 8 de febrero de 1785. A los catorce años ingresó en la carrera militar incorporándose al "Fijo de Infantería" que estaba acantonado en Salta. Participó en la defensa de Buenos Aires durante las Invasiones Inglesas y al producirse la Revolución de Mayo, se incorporó al ejército patriota destinado al Alto Perú y formó parte de las tropas victoriosas en Suipacha.



Desde 1814 Güemes se había puesto al frente de una partida cada vez más nutrida de gauchos guerrilleros que les hacía la vida imposible a los invasores. El general San Martín, designado en reemplazo de Belgrano en el Ejército del Norte, recorrió la zona de combate a comienzos de aquel año y pudo comprobar las atrocidades cometidas por los españoles contra nuestra gente. Los "civilizadores" no respetaban mujeres, niños ni ancianos. Veían en los pueblos por los que pasaban el semillero de los rebeldes. Indignado por lo que vio y orgulloso de la acción de los hombres de Güemes, el "Jefe" aprobó lo actuado y le ratificó los beneficios de su táctica guerrillera.El 3 de agosto de 1814 las tropas al mando de Güemes obligaron al jefe realista Joaquín de la Pezuela a evacuar Salta y ponerse en retirada hacia el Alto Perú. En su desesperación, los invasores fueron abandonando su parque, que fue capturado por los gauchos conocidos como "los infernales", no sólo por el color rojo de sus ponchos. El 14 de abril de 1815 lograron madrugar al ejército enemigo y derrotarlo en el Puesto del Marqués. El saldo fue desparejo: los invasores sufrieron 120 muertos y 122 prisioneros; los nuestros, dos heridos. El triunfo de Puesto del Marqués aumentó el prestigio de Güemes en Salta. El 6 de mayo de aquel año, el Cabildo local lo designó gobernador de la provincia. Gracias a su experiencia militar, se puso al frente de la resistencia a los realistas, organizando al pueblo de Salta y militarizando la provincia para frenar a los ejércitos del rey.Pronto comprendió que tendría que arreglárselas solo para cumplirle al único jefe que reconocía: don José de San Martín, quien tendrá permanentes expresiones de elogio y gratitud para con Güemes y sus gauchos. Su vital tarea de contención y distracción de las tropas españolas resultó imprescindible para encarar el cruce de los Andes y desarrollar con éxito la campaña libertadora.El ejército infernal se ponía en marcha. No había leva forzosa, todos eran voluntarios. Todo un pueblo en armas. Machetes, lanzas, azadas, boleadoras y unos pocos fusiles y carabinas eran las armas de aquel pueblo que aprendía junto a su jefe que estaban solos para enfrentar al ejército que acababa de vencer a Napoleón. Las tácticas guerrilleras de Güemes cobraron fama mundial y han sido objeto de estudio en academias militares tan lejanas como la de Yugoslavia. La Biblioteca del Oficial del Círculo Militar argentino publicó un curioso libro titulado La guerrilla en la guerra, cuyo autor es el mayor Borivoje Radulovic del ejército yugoslavo. En uno de sus párrafos dice Radulovic: "La montoneras de Güemes hicieron una guerra sin cuartel que ha pasado a la historia como Guerra Gaucha. Cada uno de sus miembros serviría como modelo para fundir en bronce la figura del soldado irregular, del guerrillero".El capitán español Pedro Antonio Olañeta fue comisionado por el virrey del Perú para sobornar a Güemes, quien lo paró en seco: "Yo no tengo más que gauchos honrados y valientes. No son asesinos sino de los tiranos que quieren esclavizarlos. Con éstos únicamente espero a usted, a su ejército y a cuantos mande de España. Convénzanse ustedes de que jamás lograrán seducir no a oficiales, sino ni al más infeliz gaucho. En el magnánimo corazón de estos hombres no tiene acogida el interés, ni otro premio que su libertad (...) al pueblo que quiere ser libre no hay poder humano que lo sujete". (1) Los pedidos de ayuda de Güemes eran permanentes, pero los auxilios no llegaron nunca. La situación se volvía insostenible: las clases altas salteñas le retaceaban su apoyo por el temor de aumentar el poder de Güemes y por la desconfianza que le despertaban las partidas de gauchos armados, a los que sólo toleraban ver en su rol de peones de sus haciendas. El gobernador Güemes tomó la decisión de aplicarles empréstitos forzosos sobre sus fortunas y haciendas.Varios de ellos habían huido a reunirse con el enemigo, y fueron ellos los que guiaron a la vanguardia española conducida por José María Valdés, apodado "el Barbarucho", un coronel salteño traidor que estaba a las órdenes del ejército español. Las fuerzas de Barbarucho avanzaron hasta ocupar Salta con el inestimable apoyo de los terratenientes y comerciantes el 7 de junio de 1821.Güemes se refugió en casa de su hermana Magdalena Güemes de Tejada, más conocida como "Macacha". Mientras escribía una carta escuchó disparos y decidió salir por la puerta trasera. Logró montar su caballo y emprenderla al galope, pero recibió un balazo en la espalda. Llegó gravemente herido a su campamento de Chamical con la intención de preparar la novena defensa de Salta. Finalmente fue trasladado a la Cañada de la Horqueta donde pasó sus últimos diez días de vida. En dos ocasiones el jefe español Olañeta le envió emisarios. Le ofrecía un médico y remedios, y volvía a intentar sobornarlo. Güemes les respondió convocando a su segundo, al que le ordenó: "Coronel Vidt, ¡tome usted el mando de las tropas y marche inmediatamente a poner sitio a la ciudad y no me descanse hasta no arrojar fuera de la Patria al enemigo! " Miró al oficial español que le traía la nota de Olañeta y le dijo: "Señor oficial, está usted despachado". El 17 de junio de 1821 los pobres de Salta y sus alrededores se quedaron sin padre. Moría Martín Miguel de Güemes, el hombre que había rechazado con sus infernales nueve invasiones españolas. Todo aquel pueblo que lo había acompañado en las buenas y en las malas concurrió en masa a su entierro en la Capilla de Chamical.Mientras tanto, La Gaceta de Buenos Aires, muy lejos de los ideales de su fundador, Mariano Moreno, informaba feliz y desvergonzadamente a sus escasos pero influyentes lectores: "Murió el abominable Güemes al huir de la sorpresa que le hicieron los enemigos. ¡Ya tenemos un cacique menos!" (2)1. Atilio Cornejo, "Historia de Güemes", Buenos Aires, Academia Nacional de la Historia, Espasa-Calpe, 1946. 2. Citado por José Luis Busaniche, "Historia argentina", Buenos Aires, Solar-Hachette, 1976.

Por Felipe Pigna. Historiador.

viernes, 15 de mayo de 2009

Proximamente!!!

No se si en las mejores salas. Aca seguro que si.